Comienza antes que la arquitectura en el norte de Italia, aparecen una serie de autores que, aunque trabajen temas góticos, sin embargo, las formas y las anatomías son clásicas. Al igual que la arquitectura podemos distinguir dos etapas en la Escultura: el Quattrocento (siglo XV) y el Cinquecento (siglo XVI).
En el primero Florencia está a la cabeza de las ciudades renacentistas siendo sustituida por Roma en el siguiente periodo.
En el Quattrocento la recuperación de modelos clásicos en la escultura supuso el desarrollo de las temáticas como la mitología clásica, el desnudo, los retratos de busto o las estatuas ecuestres monumentales para colocar en las plazas públicas de las ciudades.
Asimismo, se volvió muy importante la proporcionalidad y se recuperó el canon clásico de nueve cabezas. En el Cinquecento seguían con la influencia de las obras clásicas y además buscaban la monumentalidad. El desnudo siguió siendo uno de los principales temas en consecuencia por el interés de mostrar la belleza del cuerpo humano.
Los materiales más utilizados eran el mármol y el bronce debido a la gran relación de estos dos materiales con el mundo clásico.
Durante los siglos XIII y XIV la escultura italiana ya había dado muestras de su acercamiento a la estética del mundo clásico, que en el Quattrocento añadió un sentido naturalista característico de la escultura romana .
La escultura perdió el carácter docente del Gótico. La función era ahora la de plasmar la belleza, especialmente la del ser humano a través del desnudo.