La perspectiva

La transformación sustancial se produjo con el uso de la perspectiva lineal. Esta revolucionó el concepto de la pintura al permitir la representación en una superficie plana de la apariencia de profundidad, esto es, tres dimensiones donde solo hay dos.Su empleo consiste en plantear en la pintura una serie de líneas de fuga que convergen en un único punto de fuga. Esas líneas forman una pirámide imaginaria que puede ser cortada en distintos planos. En esos planos, los objetos representados reducen su tamaño de manera proporcional al acercarse al vértice de la pirámide.

Los pintores también hicieron importantes avances en la utilización de la luz, con la que conseguían mostrar el volumen de los objetos o seres representados y que se apreciaran los planos de profundidad. 


Los cambios hacia la pintura renacentista comenzaron en Italia, muy temprano, a finales del siglo XIII (Ducento). Fue desapareciendo el mosaico, de tradición bizantina y se impone la pintura sobre tabla y el fresco.

 

Los pintores comienzan a interesarse, aunque de manera excepcional y torpemente, por la belleza naturalista, el color y el volumen. Conservamos bastantes imágenes del Crucificado recortado sobre tabla y de Vírgenes con Santos y ángeles.

 

En el Trecento, siglo XIV, aparece en Florencia un autor revolucionario, Giotto, al que se considera el “padre de la pintura moderna”.

Sus figuras adquieren volumen, se mueven dentro de arquitecturas y paisajes, aunque estos son inverosímiles.

Le preocupan la luz, el espacio, y la sensación de movimiento.