Los cambios hacia la pintura renacentista, alejada del estilo medieval comenzaron en Italia muy temprano, concretamente a finales del siglo XIII. Fue desapareciendo el mosaico, de tradición bizantina y se impone la pintura sobre tabla y el fresco.
Los pintores empiezan a interesarse, aunque de manera excepcional y torpemente, por la belleza naturalista, el color y el volumen.
Distinguimos tres periodos.
Trecento
En el siglo XIV aparece en Florencia un autor revolucionario, Giotto al que se considera "el padre de la pintura moderna". Sus figuras adquieren volumen, se mueven dentro de arquitecturas y paisajes. Le preocupa la luz, el espacio y la sensación de movimiento.
Quattrocento
Aunque los cambios hacia el Renacimiento habían comenzado desde hace tiempo, es ahora, en el siglo XV cuando se alcanza un renacimiento pleno, alejado totalmente de la pintura medieval.
Todas las ciudades italianas tienen escuelas de pintura, empiezan a aparecer gran cantidad de primeras figuras, desaparece el retablo y aparece el cuadro como entidad propia, hay una ampliación de temas, comienza la preocupación por la luz y las composiciones empiezan a ser más complicadas, siendo frecuente en un sólo cuadro que haya varias escenas de un mismo tema.
Botticelli es considerado el mejor pintor florentino de la segunda mitad del siglo XV. Trabajó para los Médicis. Excelente dibujante con un dibujo rápido, nervioso, en el que predominan las formas curvas. Fue un gran compositor de escenas inventando temas complicados.
En concreto, la pintura que podemos observar, es una pintura figurativa de la mitología.
Cinquecento
Es el momento de máximo esplendor en la pintura renacentista. Roma y Florencia se disputan la presencia de los grandes maestros. Los pintores de este siglo consiguen reunir en un solo cuadro las aportaciones de la pintura del Quattrocento y las superan incorporando la luz.
Podemos clasificar este pintura en tres bloques: grandes maestros florentinos-romanos, pintura veneciana y pintura manierista.
De entre los grandes maestros destaca el conocido Leonardo da Vinci.
El retrato de nuestra derecha es una de los más emblemáticos de la historia de la pintura.
La técnica de composición hace que esta sea una de las obras más estudiadas de la historia del arte y por los artistas aprendices. Es apreciada por su encuadre moderno, como un retrato que se podría realizar en nuestros días. Se crean efectos ópticos por la ubicación de los ojos de la joven y su sonrisa discreta. Hay quienes dicen que siente la impresión de ser observado constantemente por la Gioconda desde cualquiera que se la posición desde la que se mira.
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